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Comenzaremos recordando al
padre de la Física Cuántica y Premio Nóbel de Física en el año 1918, el Dr. Max Plank quién manifestó que en su carácter de
científico dedicado y reconocido por la comunidad académica internacional, estaba en condiciones de afirmar que la materia no existe. En realidad, es una más de las manifestaciones de la Energía.
También afirmó que la energía
actuaba según las leyes de una Conciencia Superior y a esa conciencia Superior la llamó Dios.
Partiendo de estas afirmaciones
tan interesantes, resultó más fácil aceptar el fenómeno Reiki en forma natural. Si, decimos fenómeno, porque
así se describe a todo hecho natural que sucede sin que haya una explicación racional para ello o aún no la hayamos encontrado.
Por ejemplo, el magnetismo. Conocemos las leyes por las que se rige, pero no sabemos porqué sucede. Con Reiki pasa algo similar.
Es tangible, sus efectos son comprobables y sus beneficios no conocen límites.
Reiki es natural y todos podemos
acceder a él. De hecho, lo poseemos por la simple razón de estar vivos. Su nombre significa Energía Vital Universal. Entonces,
si todos ya poseemos esta energía, ¿Porqué es conveniente recibir Reiki?,vayamos a ejemplos prácticos: Todos nacemos con inteligencia,
algunos más, otros no tanta, pero todos la tenemos. Sin embargo esa capacidad natural, podemos acrecentarla mediante la cultivación
y el estudio. Lo mismo sucede con nuestros músculos y con nuestras habilidades naturales. Esto es aplicable a nuestra energía
y el Sistema Usui de Sanación Natural, es una herramienta simple y valiosa para que cualquier persona pueda acceder a ella
sin requisitos previos y sin contraindicaciones. Reiki es un método de crecimiento
y desarrollo personal que permite armonizar nuestra energía. Como bien decía el Dr. Plank, somos todo energía y por lo
tanto Reiki actúa sobre la totalidad de nuestro Ser, equilibrando nuestro campo físico, mental, emocional y espiritual, permitiéndonos
encontrarnos con la esencia divina que está presente en cada uno de nosotros, mas allá de nuestras creencias religiosas, las
tengamos o no.
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